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Un grupo de ranas saltaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del agujero, cuando vieron cuán hondo era este, les dijeron que para efectos prácticos se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, ella se desplomó y al poco rato murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacía señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente logró salir del hoyo.

 Cuando salió, las otras ranas le dijeron: “Nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos”. La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo…

Lección: La palabra tiene poder de vida y muerte… una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo. Pero una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir… tengamos cuidado con lo que decimos.

Una referencia relacionada con el DESDE DENTRO de hoy: En EE.UU., en la NASA, hay un póster de una abeja, el cual dice así:

-Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe-.