Andrés Humberto
Aguirre Velásquez
Presidente del Comité
Impulsor de Reforestación y defensa del Medio
Ambiente -CIRDEMA-Tarija
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Bolivia conmemorará hoy miércoles 137 años de la pérdida de su mar en medio de un clima de cierta distensión con Chile, matizado por las recientes declaraciones del presidente boliviano Evo Morales y el agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Miguel Insulza, que vienen de abogar por un entendimiento a pesar del juicio que se sustancia en La Haya.
Cinco años después de deplorar el fracaso del diálogo bilateral de La Paz y Santiago y anunciar la radicación de un juicio en la CIJ, como efectivamente sucedió entre 2013 y 2014, Evo se plantará hoy miércoles en la Plaza Eduardo Abaroa, en el centro de La Paz, para decir un discurso a propósito del estado de la relación, siempre escabrosa, con Chile y del rumbo que cobrará el proceso judicial cuando La Moneda presente, en julio que viene, su contramemoria a la memoria boliviana asentada en 2014.
Chile contestará así la memoria presentada en abril de 2014 por Bolivia, es decir los sustentos de su demanda para que Santiago se avenga a una negociación con efectos vinculantes para enmendar la mediterraneidad boliviana desde 1879.
Evo Morales pidió el acompañamiento de la comunidad internacional e instituciones correspondientes para que Bolivia y Chile alcancen finalmente un acuerdo que termine de aterrizar la integración en Sudamérica.
Secularmente distanciados desde finales del siglo XIX, Bolivia y Chile son los únicos países que carecen de relaciones diplomáticas en la región.
«Nuevamente decirles que nuestro gran deseo en esta demanda es que no haya ganadores ni perdedores y si tiene que ganar alguien, es el pueblo chileno y el pueblo boliviano», dijo Evo el lunes último, casi 6 meses después que la CIJ desestimará la objeción que planteó Chile a su competencia y que reafirmara la admisión del proceso marítimo planteado por Bolivia.
Los dichos de Evo Morales se registraron después que Insulza, ex secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtiera que al final del juicio y el dictamen de la CIJ, en cualquiera de los sentidos previsibles, Bolivia y Chile quedarán solos «frente a frente y obligados a convivir y entendernos».
Evo, llamó «al hermano Insulza», «ahora que tiene esta responsabilidad (de agente) podemos resolver juntos con diálogo, con acompañamiento de la comunidad internacional, otras instituciones correspondientes».
La relación de ambos países que comparten una frontera común de 980 km en los Andes volvió a caer al vacío más aún desde setiembre último cuando se pronunció la CIJ contra la objeción chilena.
Bolivia nació como república en 1825 con costas al Pacífico.
Chile invadió en febrero de 1879 el litoral boliviano y adicionó a su jurisdicción 400 km de costa y 120.000 km2 de territorios que desembocan en el Mar Pacífico.
Evo Morales anunció que el 23 de marzo, fecha en la que se recuerda la defensa del último bastión boliviano en la denominaba Guerra del Pacífico, la ciudad de Calama, emitirá un mensaje a la nación sobre la demanda marítima boliviana instaurada en la CIJ de La Haya.
«Un equipo interno y externo está preparando un mensaje para expresar después de años de presentar la demanda ante La Haya, quiero decirles esperemos el 23 de marzo para hacer una profunda evaluación y dar un mensaje al pueblo boliviano y a la comunidad internacional».