Noticias El Periódico Tarija

Con gran satisfacción nos enteramos que el municipio decidió tomar en serio el caos que se vive en el centro de la ciudad de Tarija, en particular con las motocicletas que andan y estacionan por doquier. Ya nos ocupamos del fenómeno que significan las cientos o miles de «motitos» en una urbe desordenada de por si, con ciudadanos que no respetamos las normas de tránsito como conductores ni peatones, a eso se suma la desorganización estructural que parte de la falta de control efectivo de la comuna acompañada de la Policía Nacional, entiéndase Tránsito. Es decir, existen una suma de factores y elementos que conjugados nos dan como resultado casi «la tormenta perfecta».

Si bien no es la primera vez, se comenzó a retirar e incautar las «motos» estacionadas sobre las veredas de la ciudad, demás está explicar que no es su lugar. Es que resulta que con la ampliación de las aceras en el centro, éstas sirven para muchos usos, desde espacioso lugar para comerciantes informales, cachivacheros, vende útiles, fruteras, etc. hasta «seudo autopistas» para motociclistas apurados que al no poder acelerar ni adelantar por la calle, no dudan en subirse a ellas, provocando la sorpresa y miedo de los transeúntes que lo menos que esperan es ver que una moto se les viene encima.

Otro uso que se les da para las «motitos», es el de amplios estacionamientos gratuitos, se puso «de moda» que los propietarios entren a hacer trámites a algunas oficinas o compras en tiendas y las dejen en plena vereda, esto sucede ante la mirada impávida de todos, incluidos funcionarios municipales responsables de regular el tema. La molestia ciudadana se manifestó en más de una oportunidad no encontrando el eco suficiente como para que alguien reaccione y haga algo. Pero parece que el día llegó, se comenzó a actuar y eso es destacable, lastimosamente ante la inobservancia de las normas, medidas como las aplicadas son necesarias y justificadas para que nos comencemos a educar, esperamos que no sólo sea emoción de uno o pocos días.

Algo cierto es que el municipio no sólo debe convertirse en una institución de coerción y sanción, sino también sobretodo de planificación, organización y educación en la ciudad, por eso consideramos que debe ser evidente para quienes trabajan allí que estas «motitos» que son conducidas y llevan seres humanos, son parte de la realidad citadina, por tanto precisan de opciones o alternativas de espacios públicos para ser estacionadas sin que violenten el normal desenvolvimiento de la urbe rompiendo normas legales. Es decir, la alcaldía debe proporcionar lugares, ya sea en las mismas calles, sólo para que se parqueen estos vehículos, de manera que todo tenga su lugar y cada cual haga lo que corresponde hacer, no dudamos que decisiones inteligentes y de sentido común nos serán de mucha utilidad.