Noticias El Periódico Tarija

EL COMERCIO

En medio de la escasez de combustibles en México, la ruptura de un conducto de Pemex, a manos de grupos dedicados al robo de hidrocarburos en Hidalgo, ocasionó que cientos de los habitantes de las zonas cercanas acudan al lugar para apropiarse del combustible sin imaginarse que este sufriría una fuerte explosión.

El terrible accidente se registró dos horas después de que el tubo fuera perforado y dejó personas 66 muertas y 76 heridos, entre los cuales hay ocho menores de edad incluido uno de 12 años.

«El saldo que tenemos hasta hace unos minutos (…) es de 66 personas fallecidas y 76 personas heridas», dijo Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, en rueda de prensa en el Palacio Nacional de Ciudad de México, en la que se encontraba el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En las redes sociales se han venido publicando varios videos que muestran como las personas arriesgaban su vida para conseguir combustible gratis.

Las imágenes muestran un ambiente casi festivo en el que grupos de familias participaban de la recolección del carburante. Horas más tarde, el panorama era gente gritando que huía de las llamas, algunos quemándose y agitando los brazos .

El accidente ocurrió tres semanas después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lanzara una ofensiva contra las bandas de ladrones de combustible.

Ante lo sucedido, López Obrador prometió seguir la lucha contra el robo de combustible, que recauda 3.000 millones de dólares anualmente.

“Vamos a erradicar eso que no sólo daña materialmente, no sólo es lo que pierda la nación por ese comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”, dijo el presidente de México.