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Padres de familia de la unidad educativa Libertad de El Alto, a la cabeza de los papás del niño Jhoel de ocho años, se movilizaron hoy en demanda de que las autoridades continúen la búsqueda del menor, de quien aseguran que fue víctima de un sacrificio de parte de mineros.

El niño desapareció el 14 de septiembre en la provincia Muñecas. Sus padres denunciaron que mineros lo enterraron vivo como una ofrenda, sin embargo, la Policía investigó y descartó que haya habido un sacrificio humano porque no se halló restos biológicos en la mina Cosmipata.

La madre el menor, Sonia Aliaga, afirmó que, según le contaron comunarios, luego de hacerse la denuncia los mineros movieron el cuerpo de su hijo, por lo cual no se lo encontró en el yacimiento aurífero.

Acusó a un fiscal de la provincia Muñecas de haberse contactado con los mineros, antes de que supuestamente el cadáver haya sido movido.

Denunció también que los canes, llevados a la mina para detectar el cuerpo, llegaron cansados y que no tenían energías para hacer una buena búsqueda.

Los padres de familia de la unidad educativa donde estudiaba Jhoel están convencidos que el niño fue sacrificado, y que su cuerpo está en un sector cercano.

La madre aseveró que los testigos evitan dar declaraciones, porque temen que los mineros atenten contra su vida. Pidió que se sigan las investigaciones y se cambie al fiscal encargado del caso.

Reiteró que en la comunidad también se conoce que anteriormente una niña fue víctima de sacrificio. Contó que ella tiene sueños en que su hijo le dice que está bajo tierra con esa niña.