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Laura Vidaurre/Bolinfo/ Tarija
(elPeriódico, 02/2018) Aunque en Tarija no reportaron un trágico accidente por el arbolado, los árboles viejos de la ciudad representan un peligro oculto para la ciudad, porque de acuerdo al Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afine (Aidima), pueden desprenderse o caerse sus ramas, ya sea por enfermedad, por viejos o por podredumbre.
La caída de árboles se da especialmente en días de fuertes rachas de viento, y sus días posteriores.
Es un peligro oculto, porque no existe una tecnología en Tarija ni en Bolivia que pueda hacer un diagnóstico a los árboles. “No podemos saber cuándo se van a morir, son seres vivos igual que nosotros”, explica el responsable de la Unidad de Mantenimiento de Ornato Público, David Torrez Córtez.
“No podemos saber cómo está la madera al interior del árbol, no podemos saber si las raíces están podridas”, sostiene Torrez al explicar que durante todo el año se hacen los trabajos de mantenimiento al ornato público y a la agrofostería urbana.

Según indican los técnicos del Instituto Tecnológico Aidima, evitar el desgarro y posterior caída de un árbol enfermo o alguna de sus ramas debe ser un trabajo realizado por expertos, porque las probabilidades de fractura por podredumbre no son detectables a simple vista.
“Estas debilidades del tronco se encuentran bajo la corteza del árbol y afloran a la superficie solo en determinadas ocasiones”, precisa.
De acuerdo a Torrez los árboles más viejos de Tarija tiene entre 50,80 y 100 años, los mismos son monitoreados por los técnicos de Ornato Público.
Les hacen una revisión externamente y tala sus puntales a los que representen un peligro en la vía pública.
Torrez, destacó que existe un reglamento de poda y tala de árboles que fue aprobado por el Concejo Municipal, que avala a Ornato Público para realizar el trabajo que representa un peligro. “Árboles que están en riesgo de caerse, aquellos con mucha inclinación, o con necrosis en los sistemas radiculares y foliares”.
El Instituto Tecnológico Aidima aconseja a las distintas administraciones públicas “que desarrollen planes progresivos de inspección del arbolado urbano que prevengan del riesgo de accidentes e incrementen la seguridad de personas o elementos en la vía pública”.
Torrez, explicó que en el trabajo preventivo, de acuerdo a reglamento de poda y tala de árboles, los vecinos hacen llegar una carta a Ornato Público solicitando hacer el trajo de poda o tala; pero antes de realizar el despunte de los árboles, Ornato hace una evaluación.

De acuerdo al trabajo de evaluación no puede talarse los árboles de lapachos, los carnavales, los tarcos, porque tienen florescencia pical. “Si podamos o despuntamos es difícil que vuelvan a nacer”.
“Tenemos que hacer un estudio de las especies al ser despuntadas y también podarlas en las épocas precisas”, precisó.
Destacó que en su trabajo de preservar la seguridad de la ciudadanía con la caída de los árboles o ramas, reciben cuestionamientos de los activistas ambientales.
Otra complejidad para realizar el despunte de los árboles, es el equipamiento, porque en el caso de los árboles más altos, es difícil llegar a la punta de la arboleda.
Para hacer este trabajo, cuentan con un carro escalera que fue donado por los bomberos, pero no llega a cubrir la altura de las grevilleas y eucaliptos.
Pese este factor, Torrez indicó que los técnicos de Ornato hicieron un “arduo trabajo” en la avenida Víctor Paz Estenssoro y en el hospital San Juan de Dios, donde radican las grevilleas y eucaliptos.
Explicó, que al talar árboles en las aceras, los cambian por otros de porte menor, plantas de mísperos, cítricos, lecheros y ligustres, que su copa llegan hasta máximo 4 metros.
Hizo un pedido a los vecinos que al plantar árboles en las aceras, tomen las previsiones de la altura de los mismos.
Inventario
Al destacar que los árboles cumplen un rol fundamental en el planeta, el profesional en ingeniería ambiental, Gilberto Varas, indicó que los de bosque urbano deben ser manejados por un equipo de profesionales de manera interdisciplinaria, “donde participen todos, incluso la población”.
Varas, sugiere hacer una evaluación, un diagnóstico fitosanitario a los árboles del área urbana, un inventario para ver su conformación, su forma “si ha crecido bien, si está deforme, si es que la especie era la adecuada para plantarlo en determinado sitio, la edadl y otros aspectos”, mencionó. (eP).

Apunte:
Trabajo silvicultural
Posteriormente a realizar un inventario de los árboles de Tarija, el profesional en ingeniería ambiental, Gilberto Varas sugiere realizar un trabajo silvicultural.
“Este trabajo nos llevará a remplazar muchos árboles, ya sea porque hayan cumplido su ciclo de vida o porque no han sido adecuadamente elegidos para ser plantados en determinados sitios”, dijo Varas al referir que por desconocimiento, hay gente que pone plantas gigantescas en aceras de un metro, situación que causa malestar e inconvenientes en la población.

Los datos:
Los trabajos de poda de invierno iniciaron en mayo y concluyeron en agosto.
Para hacer la poda de árboles se toma en cuenta las ramas que representan un peligro en la vía pública, según Ornato Público.