Noticias El Periódico Tarija

Muchos se sorprendieron por la reunión realizada este jueves en Tarija entre varias fuerzas políticas vigentes, la ley de organizaciones políticas hizo su efecto y las movilizó ante los tiempos cortos con los que se cuenta para presentar cualquier acuerdo o alianza. No deja de llamar la atención la presencia del jefe nacional del MNR, Luís Eduardo Siles, que junto al Departamental Jhonny Torres fueron parte del encuentro. Unidad Nacional estuvo representada por el asambleísta Cesar Mentasti, Camino al Cambio por Mauricio Lea Plaza y el ex alcalde Oscar Montes llevó el nombre de su agrupación Unir. Interesante combo que pretende consolidar un acuerdo que tenga repercusión nacional.

Las ausencias llamaron más la atención que las presencias, los Demócratas al parecer no fueron convocados y tampoco «Todos», la joven agrupación de Adrian Oliva y Wilman Cardozo. Irónicamente fue este último el que esta semana convocó a la unidad de la oposición para enfrentar al MAS y se ganó una sarta de críticas y cuestionamientos. Otra ausencia marcada fue la del alcalde de la ciudad de Tarija, Rodrigo Paz, que oficialmente no tiene partido ni agrupación, ¿ es un «huérfano político»?, se sabe que está trabajando para conseguirla pero aún nada claro ni cierto. Paz ya no está tan cerca de Oliva como cuando se escuchaba que podían ir de la mano en la próxima elección en nombre de «la nueva generación» y está muy lejos de este bloque en el que también está su hoy archi (Ud. pónganle el nombre) Oscar Montes, que casi seguro se sale si aquel se incorpora, aunque los políticos dan para todo.

Se comienza a dibujar con mayor claridad el mapa político en Tarija, definiendo dos tendencias opositoras que creemos muy difícil puedan coincidir en una sola como se quería hace más de cuatro años atrás. Al parecer los opositores que dicen estar en la misma vereda se encuentran cada uno en esquinas distintas de la cuadra, al frente esta el MAS con sus propios problemas pero observando cómo sus rivales se ven obligados a dar la cara, identificarse, mostrarse y a casi decir hacia donde apuntan. Dicen que «guerra anunciada no mata moro» y en este caso el MAS ya ve las caras con pintura de guerra de los que tendrá que enfrentar en unos meses más en las urnas.