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Aunque a veces parecen algo inofensivo, estos síntomas pueden delatar un problema de gastritis crónica que de avanzar, representaría un verdadero riesgo para ti.

Gracias a que diferentes alientos en la actualidad estás hechos a base de ingredientes sintéticos, los problemas de gastritis se han convertido en un tema común en los consultorios médicos de todo el mundo. Esta enfermedad que apenas hace diez años era un problema casi exclusivo de las personas mayores de treinta años, se está manifestando dramáticamente en niños y jóvenes que se exponen a estos alimentos peligrosamente ácidos e irritantes.

Si bien los doctores deberían estar capacitados para tratar efectivamente este tipo de problemas; su recetas o diagnósticos a menudo resultan deficientes, pues pasan por alto el hecho de que existen diferentes tipos de gastritis que pueden atacar el sistema digestivo de una persona. Cuando esto sucede, un descuido aparentemente inocente por parte de un doctor puede convertir un simple dolor de estómago en un caso de gastritis crónica.

¿Cómo saber que realmente estás ante un caso de gastritis crónica? Existe una serie de síntomas que delatan que un problema de gastritis ha empeorado dramáticamente:

Mal sabor de boca

El desgaste estomacal y los desajustes hormonales que éste implica hacen que tanto el aliento como las heces presenten olores mucho más desagradables de lo que deberían ser.

Ardor estomacal

La expresión «echarle limón a la herida» nunca tuvo tanto sentido. Si siempre que comes algo ácido, picante, caliente o con gas sientes que tu estómago podría estallar en cualquier momento, es señal de que tu estómago tiene un desgaste avanzado que puede terminar en gastritis.

Hipo

Cuando estos espasmos son provocados por un problema gástrico, su origen se encuentra en la hinchazón estomacal causada por alimentos irritantes como el picante; incluso algunas bebidas alcohólicas. Si el hipo va acompañado de flujo gastroesofágico definitivamente se trata de gastritis.

Pérdida del apetito

Ésta es una respuesta del propio organismo ante el riesgo inminente de que algún alimento pueda dañar el sistema digestivo. La pérdida de apetito como síntoma de gastritis a menudo aparece cuando las paredes del estómago ya están demasiado erosionadas por los ácidos producidos en su interior.

Dolor e inflamación estomacal

Debido a la acumulación de gases producidos por los altos niveles de acidez en el estómago, éste comienza a hincharse provocando un dolor a veces insoportable; el cual va ligado directamente con la pérdida de apetito, ya que también causa una sensación de saciedad poco común.

Gases

Cuando una persona tiene gastritis debe de acostumbrarse a que su estómago será una caldera de reacciones químicas que la mayoría de las veces producirá gases en exceso. Desde eructos hasta flatulencias, todos estos «aires» se escaparán del cuerpo constantemente sobre todo durante y después de cada comida.

Fatiga crónica

Todos los procesos que realiza tu estómago requieren una buena parte de la energía que produce tu cuerpo; sin embargo, cuando tienes gastritis. A este esfuerzo se suma el desgaste provocado por la bacteria H. Pylori, la cual es fuertemente combatida por el sistema inmune.

Vacío estomacal

A pesar de que algunas personas presentan falta de apetito, hay otras que consumen alimentos —como papas y lácteos— convulsivamente, pues estos le proporcionan una sensación de alivio.

Crónica o no, nunca debes pasar por alto cualquiera de estas señales. Por más inocentes que parezcan, éstas podrían desatar una serie de consecuencias que incluso podrían ir mucho más lejos de cualquier problema gástrico. Si sospechas que algo anda mal en tu estómago, no hay nada mejor que visitar a tu médico de cabecera, evita autorecetarte (por más sencilla que consideres tu dolencia) y sigue las instrucciones del profesional de la salud indicado.