Noticias El Periódico Tarija

Aún recordamos todos los problemas surgidos para construir la avenida de circunvalación de la ciudad de Tarija, hace poco menos de 20 años. Una licitación complicada y cuestionada, una construcción criticada por varias razones pero también por el asfalto rígido que se usó, de mayor vida útil dijeron entonces. Lo cierto es que esta vía estaba al extremo de la ciudad, pensar en ir hasta allá era pensar en recorrer los extramuros, después no había más, no había ciudad. Casi 20 años después, esta avenida se ha convertido en una columna vertebral que concentra el movimiento comercial más importante de esta urbe y al mismo tiempo soporta el tráfico pesado que va de norte a sur y viceversa, el trajín diario, constante y permanente, da la impresión de que estuviéramos en otro lugar.

Lo lamentable es que hoy en día, la avenida de circunvalación ha sido echada al olvido, el estado de sus vías es deplorable, la ausencia de mantenimiento es una constante, los vehículos y la gente sufren las consecuencias. La suciedad reina y se impone, se manifiesta y resalta, donde miremos encontraremos desechos arrojados por malos ciudadanos que no saben comportarse y a los que no les importa el derecho de los otros a vivir en condiciones de higiene y salubridad adecuadas. Sus jardines están totalmente descuidados, el césped verde o las rosas son palabras desconocidas en este lugar, tratan de germinar y brotar en medio de llantas viejas y escombros por los que nadie se hace responsable, ni el municipio. No podemos dejar de lado que esta avenida es la vía de ingreso y salida de Tarija, por aquí pasan esos «turistas» de los que tanto hablamos y qué mala impresión se deben llevar, qué decepción deben sufrir al encontrarse con algo muy diferente al valle verde y florido del que les habían hablado, al que vinieron a conocer.