Noticias El Periódico Tarija

– El «Viejo Continente» cuenta con seis representantes en cuartos, manda con 11 coronas contra nueve de los sudamericanos, que tienen dos en esta instancia

MOSCU, 3 JUL
Europa, con seis representantes y dos campeones mundiales, y Sudamérica, con dos selecciones que también supieron alzar la Copa del Mundo, dirimirán en Rusia la corona que dejó vacante Alemania, eliminada en primera ronda.
Así lo determinaron de antemano los octavos de final que se cerraron hoy con la clasificación de Inglaterra, uno de esos campeones mundiales europeos, por penales ante Colombia en la definición del último pasaje a cuartos.
Los campeones mundiales como anfitriones en 1966 avanzaron merced a su mayor puntería desde los 12 pasos y luego de mantenerse en tiempo suplementario la agónica igualdad que la «cafetera» logró con el último aliento en los 90 minutos.
Yerry Mina marcó su tercer gol en esta Copa del Mundo y le dio 30 minutos más de vida a la selección sudamericana entrenada por Néstor José Pekerman, último de los cinco entrenadores argentinos en despedirse de Rusia.
Ya lo habían hecho Héctor Cúper (Egipto), Juan Antonio Pizzi (Arabia Saudita), Ricardo Gareca (Perú) y Jorge Sampaoli con una «albiceleste» que aún con Lionel Messi accedió con más suerte que fútbol a octavos, donde Francia desnudó sus falencias.
La velocidad y el talento de Kylian Mbappé, quien con 19 años fue la gran figura del partido y apunta para ser la del Mundial, fueron demasiado para la veteranía de Argentina, que con corazón y una dosis de fortuna estuvo a punto de forzar la prórroga.
No pudo ser y Messi se despidió en Rusia del que se suponía sería definitivamente su Mundial (el primero de los cuatro que jugó lo despidió en la misma instancia al mando de Pekerman), aunque también lo harían después Cristiano Ronaldo y Portugal. Mal de muchos, consuelo de tontos, reza un dicho popular y el adiós de CR7 sonó menos catastrófico que el de Messi, salvo para Rusia claro, que de no ser por la histórica clasificación de su selección a cuartos hoy los estaría extrañando y mucho.
Un Mundial que se quedó en octavos sin sus dos máximas figuras, individualmente hablando claro, un trono al que ahora aspira Neymar, que superada una lesión vuelve a aparecer como conductor de la «canarinha» de Tite.
Brasil, uno de los grandes candidatos, parece tener allanado el camino hacia su sexta corona, pero no debería confiarse si no quiere convertirse en otra sorpresa como las que ya supo deparar este Mundial de Rusia.
Su próximo rival será Bélgica, uno de los tres equipos que venía de superar la fase de grupos con puntaje ideal y que casi se despide con una sola derrota. No lo hizo porque Japón le perdonó la vida y lo pagó con la suya.
El último representante asiático se despidió del torneo en un partido que ganaba por dos goles y terminó perdiendo sobre la hora ante los «Diablos Rojos», que en ese duelo mostraron algunas deficiencias que Brasil seguramente no perdonaría.
México lo padeció en carne propia y se despidió en octavos por séptimo Mundial consecutivo cuando buscaba igualar lo hecho en las dos ediciones del torneo que albergó en 1970 y 1986, sus mejores actuaciones en una Copa del Mundo.
Otro que llegó a octavos con tres triunfos en igual cantidad de partidos es Uruguay, que despachó a Portugal y a CR7 y sumó su cuarta victoria con dos goles de Edinson Cavani, «Matador» con el que no contaría el viernes frente a Francia.
De ser así, el «Pistolero» Suárez será el encargado de comandar en soledad la delantera «charrúa», mientras apuesta a la solidez defensiva de Diego Godín y José María Giménez, compañeros de equipo en Atlético Madrid.
En el «colchonero» de Diego Simeone (uno de los mencionados para reemplazar a un Sampaoli que se niega a renunciar), juega también Antoine Griezmann, un goleador que manejó los hilos de Francia ante Argentina aunque brilló menos que Mbappé. El juvenil compite por el trono de mejor jugador del Mundial con Neymar, su compañero en PSG, aunque habrá que estar atentos a Harry Kane, goleador del Tottenham Hostpur y de Inglaterra que hoy marcó su sexto gol en el torneo, ante Colombia.
La misma cantidad había consagrado como artillero en Brasil hace cuatro años a James Rodríguez, testigo preferencial de la eliminación «cafetera» debido a una lesión que lo marginó del choque con Inglaterra.
Los de Gareth Southgate se las verán con Suecia, que sustentó como pocos la idea de que el fútbol es un deporte de equipo y tras cerrarle las puertas al regreso del astro Zlatan Ibrahimovic sigue avanzando en silencio, pero firme.
Suecia, que dejó afuera de un Mundial después de 60 años a Italia en un repechaje, despachó por 1-0 a Suiza en octavos, instancia a la que accedió desde el «Grupo de la Muerte», que clasificó también a México y sentenció a Alemania.
Inglaterra está avisada, lo mismo que Croacia, tercer seleccionado con puntaje ideal en la fase de grupos (donde vapuleó a Argentina), pero que debió recurrir a los penales para superar a Dinamarca y ahora chocará con Rusia.
Misma vía había precisado justamente el combinado anfitrión, que ya era considerado una de las sorpresas antes de sorprender en octavos a España, otro ex campeón mundial que dijo adiós en una Copa del Mundo con tantas sorpresas.
Habrá que ver si los cuartos mantienen esa tendencia, aunque no sorprenderá la definición fuese cuales fuesen los animadores de la final el 15 de julio en Moscú, pues la Copa quedará en Europa o pasará a Sudamérica