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Cultura Colectiva

Una de las enfermedades más letales de la historia está rodeada de mitos que deben desvanecerse para beneficio de la humanidad.

Una momia con una antigüedad de 2 mil 250 años fue hallada en Egipto. Los estudios al cuerpo arrojaron un resultado sorprendente: la causa de su muerte fue cáncer de próstata. Esto derribó todo mito referente a que el cáncer es una enfermedad moderna, casi inventada por el hombre actual. Tal y como la conocemos, fue descrita hace miles de años por médicos egipcios y griegos.

La capacidad de detectar el cáncer en etapas tempranas gracias a los avances de la medicina y la expectativa de vida, que cada vez es más alta, hacen que pareciera que en la actualidad haya más prevalencia de esta enfermedad que en el pasado, sin embargo, no es del todo cierto. Una realidad es que se trata de una de las enfermedades que mayor cantidad de víctimas se cobra anualmente en todo el mundo, especialmente entre las sociedades occidentales, donde la alimentación industrializada parece ser una de las causas principales.

¿Qué mitos se han creído a lo largo de la historia acerca de esta enfermedad que se enfoca principalmente en órganos como los senos, pulmones y bronquios, próstata, colon y recto, vejiga, riñón, páncreas, tiroides o hígado? Algunos pueden sonar inverosímiles mientras que otros pueden tener un poco más de lógica, pero todos ellos cargan la falsedad como su principal característica:

El cáncer es un hongo y el bicarbonato de sodio puede curarlo

Éste es un buen ejemplo sobre cómo la desinformación es capaz de confundir a las personas. Los defensores de esta teoría afirman que el cáncer es una infección causada por el hongo candida, y que los tumores son el intento del organismo por protegerse de esa infección. Por lo tanto, defienden la idea de que inyectar bicarbonato de sodio podría hacer desaparecer el cáncer: una idea fatal que no tiene sustento científico y que, en cambio, pone en riesgo la salud del paciente. La realidad es que ese hongo es uno de los microorganismos que habitan regularmente en nuestro cuerpo y nuestro sistema defensivo lo mantiene a raya.

La quimioterapia no sirve

Cuando el cáncer es detectado en sus etapas más tempranas hay una probabilidad muy alta de que los médicos puedan combatirlo ya sea mediante cirugía, medicamentos o quimioterapia. Esta última no es tan eficiente cuando el cáncer se halla en un estado avanzado y únicamente permite al paciente disminuir los síntomas de la enfermedad o prolongar un poco más su vida; sin embargo, su papel para la cura de la enfermedad sigue siendo muy relevante y ha evolucionado con el paso del tiempo. La quimioterapia es un proceso agresivo que termina afectando también en cierta medida a las células sanas, por ello es que se tiene la creencia de que estimula el cáncer, lo cual es incorrecto.

Existen remedios milagro que son efectivos

La ciencia (no la pseudociencia) le da la espalda a este tipo de productos cuyo eficacia ha sido “probada” en blogs, videos de YouTube o publicaciones en redes sociales sin ningún aval médico de prestigio. Incluso la marihuana ha sido ampliamente difundida como un remedio para esta enfermedad. Creer en productos naturistas puede poner en riesgo la vida del paciente si no se cuenta con la participación conjunta de medicamentos respaldados científicamente. Hasta ahora, como ya se mencionó, las únicas curas son las cirugías, los medicamentos y la quimioterapia.

La industria farmacéutica conoce la cura pero está lucrando con la salud de los pacientes

Es cierto que la industria de la medicina es una de las más poderosas en el mundo, que año con año se hacen importantes descubrimientos y que sus ganancias anuales son multimillonarias. Esto ha dado paso a que se hable sobre un medicamento (o varios) capaz de curar el cáncer, pero que se mantiene oculto para que las farmacéuticas sigan ganando dinero con la venta de los medicamentos actuales que prometen ayudar a los pacientes con cáncer. Carece de sentido esta idea, ya que un medicamento que cure el cáncer sería vendido de manera millonaria en todo el mundo.

El azúcar es causante de cáncer

«El azúcar no hace que el cáncer vaya más deprisa. Todas las células, incluidas las del cáncer, dependen del azúcar en sangre para obtener energía, pero eso no quiere decir que tomar más azúcar haga que las células cancerígenas crezcan más rápido», apunta la Clínica Mayo de Estados Unidos, una de las más prestigiosas del país. Quizá la relación entre obesidad y cáncer haya disparado esta creencia hace mucho tiempo, pero realmente es un pensamiento infundado.

Los superalimentos son una receta confiable para prevenir o curar el cáncer

Es cierto que una buena alimentación que no contenga grasas, donde predominen las frutas y verduras, en la que se evite el excedente de químicos —y donde se incluyan superalimentos como arándano, té verde o remolacha— es una buena vía para asegurarte una salud sólida, pero no es la solución para prevenir el cáncer, ya que temas como la genética también intervienen en el camino para desarrollar o no la enfermedad. La mejor manera para sentirte bien es llevar un estilo de vida sano: hacer ejercicio, no abusar del alcohol y del tabaco, dormir lo suficiente y una alimentación balanceada.

La actitud positiva es una ayuda para evitar tener cáncer

Hay una verdad detrás de la idea de que las emociones influyen en la salud, sin embargo, no hay una evidencia científica totalmente comprobada al respecto. La actitud positiva puede ayudar a que una persona lleve un estilo de vida más sano (más ejercicio, mejores hábitos alimenticios, más vida social, una mayor preocupación por el cuidado de la salud) en comparación a alguien con un actitud autodestructiva que acabe con su salud rápidamente. Los pacientes con cáncer pueden atravesar por diversas etapas o estados de ánimo en la enfermedad, pero no se ha comprobado la incidencia de ello en el desarrollo de la misma a corto o mediano plazo.

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Hablar sobre salud y específicamente de una enfermedad tan peligrosa como el cáncer es hacerlo acerca de un tema de seriedad que involucra despejar todo tipo de dudas. Por ello es importante desmentir los mitos que ya has leído, como el del azúcar, y otras cosas que según la ciencia podrían darte cáncer.