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Cansancio intenso, dolor de rodillas o tensión muscular… descubre cuáles son las consecuencias de vivir con pie plano y no tratarlo a tiempo

¿Tuviste pie plano durante tu infancia? Si tu respuesta es positiva, es probable que recuerdes esas visitas al ortopedista, el uso de zapatos especiales más pesados de lo normal y hasta tu torpeza para correr, pero nada de eso resulta peor que enfrentarte a un problema de pie plano no tratado durante la adolescencia o adultez. Si creías que sufriste de este padecimiento durante tu infancia o no finalizaste un tratamiento, mira cuáles son las señales de que tu pie plano puede causarte más problemas si aún lo padeces:

Cansancio intenso

El síntoma más común del pie plano es una sensación de fatiga intensa que se extiende en toda la planta de los pies y se hace más dolorosa en los talones, especialmente después de hacer ejercicio, practicar algún deporte o estar parado durante mucho tiempo. El dolor en la región anterior del tobillo también es característico de esta condición.

Dolor de rodillas

El pie plano provoca un movimiento anormal de la mecánica aplicada al caminar: en vez de dar un paso recto, el pie cae ligeramente inclinado hacia dentro, provocando que la rodilla —que funciona como un engrane que conecta la parte superior con la posterior de la pierna— roce el cartílago, que a la larga lo desgasta y termina produciendo dolor. Es importante acudir al médico si notas dolor de rodillas después del ejercicio y tienes pie plano para evitar futuras complicaciones.

Tensión muscular

Normalmente el pie plano no da ningún problema, pero las personas que tienen esta condición pueden comenzar a sentir sus estragos en el momento en que comienzan a hacer ejercicio. Un corredor habitual no profesional que realiza carreras cortas como parte de su entrenamiento puede darse cuenta de que tiene pie plano si se producen lesiones como la tendinitis aquilea —que provoca un dolor intenso en la zona del talón de Aquiles— o un dolor intenso en la tibia, correspondiente a la tendinitis tibial.

Espalda inclinada

El pie plano puede provocar problemas en toda la postura general del cuerpo, especialmente en la inclinación de la columna vertebral al estar de pie. La cifosis es «una curvatura de la columna vertebral que produce un arqueamiento o redondeo de la espalda, lo que provoca una postura jorobada o agachada». Aunque no es muy común (sólo ocurre en casos extremos), esta curvatura puede acarrear problemas más serios y ante cualquier dolor, lo mejor es acudir con un especialista.

Dolor en el talón

Un tipo de dolor distinto ante este padecimiento puede ser pulsátil en el talón, que impida caminar con naturalidad después de estar mucho tiempo de pie. Se caracteriza por ser intenso y calmarse al andar descalzo, puede llegar a ser incapacitante cuando la fascia plantar se estira a tal grado que provoca presión en esta zona con cada paso.