Noticias El Periódico Tarija


Volver a ser testigos del vandalismo y la violencia ha abierto un gran signo de interrogación sobre qué es lo que se hace en realidad en la universidad pública. Quedan dudas muy grandes de si en sus aulas se estudia efectivamente alguna carrera o se ha convertido en un criadero de desadaptados sociales que son quienes protagonizan tan vergonzosos episodios en un centro de formación superior.

Una elección para la Federación Universitaria Local fue suficiente para despertar un germen que está inserto en la fibra de la U, ya se habían visto situaciones situaciones similares o peores, lo que no justifica lo que pasó estos últimos días, personas encapuchadas, escondiendo el rostro revelando sus verdaderas intenciones, invadiendo oficinas públicas y destruyendolas, en una pugna de poderes que no se entiende en una universidad.

Poco o nada cambió en Juan Misael Saracho al respecto, la delincuencia disfrazada y con la cara cubierta está totalmente vigente, no es casualidad porque quienes actúan así no lo hacen solos, tienen sus padrinos por detrás que mueven los hilos de la inestabilidad en un lugar donde nuestros hijos definen su futuro para ser útiles a la sociedad…nos preguntamos cómo esto será posible con ejemplos de esta naturaleza.