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Me voy a morir. ¿Qué haré sin él? Es mi otra mitad. Nunca lo podré olvidar. Lo necesito para ser feliz. No conoceré a alguien mejor… Las anteriores son sólo algunas de las frases más escuchadas al final de una relación. Más que dar constancia de un gran amor, explican la podredumbre de una sociedad enferma que aprendió a amar a través de referentes ascéticos, obsesionados e idealistas.

Nos han hecho creer que el amor es sufrido, o no es. Que la intensidad de una relación se mide en el sacrificio y las lágrimas derramadas por otra persona y que terminar con alguien es un suplicio lleno de tristeza y depresión acompañado de su respectivo drama.

Si te identificas con alguno de estos argumentos y estás atravesando por una ruptura amorosa, es el momento ideal de dejar atrás los estereotipos y cerrar el ciclo lo más pronto posible. Es innegable la tristeza que trae consigo una separación, pero de ninguna forma justifica caer en depresión o hacer de tu vida una tragedia que no va a ninguna parte. Sigue estos 15 pasos para cortar en sano con la idea de lo que fue y olvidar a tu ex en menos tiempo de lo que crees:

Escucha. Nada resulta más complicado que mirar con claridad hacia afuera cuando estás dentro de la tormenta. Si se trata de tu familia o verdaderas amistades, ¿para qué querrían mentirte? Sigue sus consejos y ponlos en práctica.

Denúnciate. Todo el mundo experimenta momentos de angustia, soledad y desesperación luego de terminar una relación. Aprende a identificarlos y ante la tentación de llamarle o salir a buscarlo, actúa: informa a tus amistades más cercanas de lo que sientes. Te ayudarán a recobrar la calma y te convencerán de lo contrario

Planifica un viaje. No se trata de escapar de tu realidad y huir hacia un sitio lejos de tus problemas, sino de la oportunidad de abrir tu mente y cerrar un ciclo. Procura que sea un lugar nuevo, planifica a 3 meses y elige a tu acompañante.

Cambia tu rutina. Es una oportunidad inmejorable para dejar de lado todos tus malos hábitos y ganar en salud, independencia y economía. Cambia ese mentiroso mensaje de buenos días por una sesión de running matutina, te sentirás mejor que nunca.

Da y recibe amor. Practica expresar tus sentimientos más a menudo. El estúpido modo de vida de la actualidad te hace creer que sólo existe el amor entre pareja. Rompe con eso y haz y recibe regalos de amor. Verás cuán lejos estaba tu relación de ser verdadera.

Dedica tiempo para ti. ¿Desde hace cuánto tiempo no tomas un fin de semana sin ningún otro compromiso que no sea sentirte bien? Sal con quien realmente quieres salir y consiéntete comprando aquello que no podías mientras gastabas junto a tu expareja.

Convierte la tristeza en poder creativo. No lo pienses más: escribe, pinta o haz aquello que te apasiona y transforma tus sentimientos negativos en creatividad. Aprenderás a dar un giro a cada momento complicado de tu vida.

Desahógate. No está mal, al contrario: es necesario. Tómate una semana entera para procesar el duelo. Ni un día más, ni uno menos. Charla con tus amigos, repasa lo que no hiciste bien y si tienes ganas, llora al lado de quienes más te quieren. Cuando te vayas a dormir en el último día, recuerda que esos días sirvieron para cerrar un ciclo y a la mañana siguiente estarás lista para la próxima.

Ahorra. ¿Sabías que las personas solteras gastan hasta 30 % menos de su salario que las que tienen pareja? Se trata de un momento idóneo para sanar tus finanzas personales. Destina un porcentaje de tus ingresos para una meta a futuro, sin importar de qué se trate.

Normaliza tu caso. Se trata de hacer entender a tu mente que el momento por el que acabas de pasar es desagradable, pero es parte de la vida de cualquier persona. Visita blogs, si lo deseas comenta tu caso bajo un perfil falso y lee las demás experiencias y opiniones de quienes han pasado por lo mismo. Te sentirás reconfortada y sabrás que no estás sola.

Aprende algo nuevo. Toma un curso de lo que siempre quisiste pero nunca encontraste tiempo para realizar. Desarrolla una habilidad que te apasiona: no sólo mejorarás tu destreza, también conocerás a gente nueva e interesante para compartir.

Sal temprano de la cama. Especialmente los días en que no estás atada a las obligaciones cotidianas. Duerme sólo lo necesario: aléjate de la cama durante las tardes y asegúrate de levantarte temprano. La tristeza conduce con frecuencia a una sensación de somnolencia general, pero dejarte llevar puede hacer que el malestar se convierta en depresión.

No hagas de tu ruptura un tabú. Tampoco el tema de conversación en cada charla. Toma esos momentos como aprendizaje, pero evita obsesionarte con el tema o hacerlo intocable y prohibido.

Evita el stalkeo. De nada servirá que pases horas espiando sus principales redes sociales en busca de los motivos por los que terminaron, sólo aumentarás la tensión y te sentirás más estresada. Libérate de los dolores de cabeza que te causaba esa relación y date el lujo de sentirte tranquila de nuevo.

No caigas en el autosabotaje. Olvídate de las preguntas absurdas que no te conducirán hacia nada positivo. ¿Qué hubiera pasado si…? Nada de eso es realidad y si él quisiera, estaría ahora mismo a tu lado. No te engañes y acepta la realidad aunque sea dura.


Si sigues cada uno de estos pasos y añades un poco de voluntad cada día para salir adelante, cuando menos te lo esperes habrás superado tu relación anterior y disfrutarás de tu soltería, aunque lo más probable es que en un abrir y cerrar de ojos estés de vuelta en el juego del amor.