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Cultura Colectiva 

Ninguna persona que se jacte de llevar un estilo de vida balanceado y esté inmiscuida en la lógica de la sociedad moderna puede escapar de los desequilibrios hormonales. La velocidad frenética de la vida en la actualidad lleva a hombres y mujeres a sentirse presionados permanentemente, además de incapacitarlos para realizar sus sueños o dedicar tiempo a sus pasiones.
El cuerpo es un organismo siempre cambiante que requiere de estímulos, tanto físicos como mentales para mantenerse en forma; sin embargo, las obligaciones del modo de vida actual, dificultan el pleno desarrollo de las capacidades de cada individuo. 
La falta de activación física, el estrés crónico, la llegada del ciclo menstrual o los cambios abruptos en el día a día de una mujer pueden crear en ella un desequilibrio hormonal que impacta negativamente en su estilo vida. El sexo, la calidad del sueño, las relaciones de pareja e incluso la tranquilidad pueden ser afectadas por la producción acelerada o escasa de ciertos tipos de hormonas que dejan de cumplir su labor orgánica. Si crees que puedes estar pasando por un desequilibrio hormonal e identificas estos síntomas para llevar una vida con menos estrés, toma nota de estas 7 señales que indican la presencia de un desjuste hormonal:

Somnolencia durante el día y dificultad para conciliar el sueño

Si encuentras tu cama menos cómoda que de costumbre a la hora de dormir, pasas horas en el smartphone mientras estás acostada y ya memorizaste todas las actualizaciones de tus redes sociales pero no consigues conciliar el sueño, puede que estés pasando por un desequilibro hormonal. Lo mejor es evitar ir a la cama antes de tu hora de dormir, olvidarse de revisar el teléfono celular, especialmente después de apagar las luces y tomar alguno de los remedios naturales para evitar el insomnio.  

Apetito desmedido

¿Terminaste la cena muy satisfecha y al poco rato te diste cuenta que tu hambre te hizo olvidarla? Cuando experimentas un desequilibrio hormonal, la germina (hormona reguladora del hambre) aumenta sus niveles de forma exorbitante y aunada al estrés, es una poderosa herramienta para hacerte comer todo lo que no quieres ni tu cuerpo necesita. La manifestación más común es a través de antojos pasajeros que se diluyen al poco tiempo. Come fruta con carbohidratos de lenta absorción, toma el agua suficiente y controla tus horas de sueño para regular esta hormona.

Dificultad para concentrarte

El cortisol y la adrenalina son las dos hormonas desencadenantes del estrés, que en pequeñas cantidades, es efectivo para resolver dificultades y agilizar el pensamiento o los estímulos físicos. Sin embargo, una vez que se apodera del cuerpo, la concentración es cada vez más complicada y aún las cosas más sencillas se pueden olvidar con facilidad. Si te has dado cuenta de que tu mente tiene problemas recientes de comprensión, recuerdas con dificultad o no consigues mantener tu atención durante largos periodos, es probable que se trate de un desequilibrio hormonal.

Falta de líbido

Si has estado estresada por tus obligaciones en la escuela o el trabajo durante más de una semana, es normal que tengas una descompensación hormonal reflejada en la falta de apetito sexual frente a tu pareja. A pesar de que tienes la oportunidad, simplemente el deseo no te consume por dentro como otras tantas veces. Lo primero que debes hacer para recuperar la líbido es olvidarte por completo de tus obligaciones una vez que sales de tu oficina o salón de clases. Puedes comentar brevemente qué tal tu día, pero nunca hacerlo el tema de conversación con amigos, familiares y sobre todo tu pareja. Mucho menos intentar resolver tus problemas de esta índole mientras concilias el sueño.

Cambios de humor

Se trata de un problema real que nada tiene que ver con la clásica visión machista de una mujer que se encuentra en un sube y baja de emociones y carece de voluntad para afrontar sus sentimientos. En realidad, los cambios de humor responden a desequilibrios hormonales puntuales, como la alteración del ciclo hormonal, la amenorrea o la llegada de la menopausia. Procura descubrir qué situaciones te ponen más sensible y cuáles son los factores desencadenantes, no te tomes las cosas tan en serio y evita vivir al ritmo vertiginoso que marca la sociedad.

Dolor de cabeza recurrente

Si notas que desde que se produjo algún cambio en tu vida tus dolores de cabeza empeoraron, aumentaron en cantidad o te impiden desarrollar tu vida con normalidad, puede que se trate de un problema hormonal. Lleva el registro del momento del día en que se producen, qué estabas haciendo cuando detonó y las características de su manifestación. Las mujeres mayores de 40 años y quienes tienen un ciclo menstrual irregular son más propensas a presentar dolores de cabeza que pueden desaparecer fácilmente después de relajarse o tomar un descanso.

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