Cultura Colectiva
Han pasado cuatro semanas. C U A T R O. Qué difícil es pronunciar cada letra sin llorar. Me duele el corazón cada que recuerdo la escena tan nefasta, tan cruel y tan tú. Pero eres tan idiota que ni siquiera te diste cuenta del daño que me hacías con tus palabras huecas y tus ademanes ridículos. Así eres tú: ridículo, tan insustancial, depresivo, autodestructivo y tan soso que lo único que puedes hacer bien es dañar a quien te quiere; por ejemplo, a mí.
Sí, ya, ya. Conozco la mierda que emite tu boca tanto como te conozco a ti. Que estás confundido, que tienes miedo, que me quieres tanto que no me lastimarás, que eres una carga innecesaria… ¡Cállate! Ya me harté de sentirme obligada a cargar con tus pesares cuando apenas puedo con los míos. Pero claro, soy yo la mala de la historia, mientras que tú eres el pobre muchacho inadaptado de corazón sensible que llora y sufre en silencio. O al menos, eso creen los demás, pero ¿les has dicho las mentiras que me decías para sentirte bien contigo mismo?.
No. Porque eres el idiota más grande del mundo.
Diles como me besaste entre una noche y un amanecer mientras me decías cuanto me querías. Diles lo bella que era tu vida con mi luz. Diles que me mordiste los labios con una sonrisa en el rostro y las manos inquietas. Diles que me dedicaste tu canción favorita mientras lloramos acurrucados en el pasto. Diles que escribías cada noche rogando por un abrazo. Diles que yo te sostuve mientras se me doblaban las rodillas. Diles que me amas, pero eres tan cobarde y estúpido que te asusta querer y prefieres huir. Diles que me escribiste un verso mientras gozabas dentro de mí. Diles la verdad. Imbécil.
Yo esperaré sentada. No tengo prisa, quiero verte caer despacio y que sufras tanto como lo he hecho desde hace semanas. Espero que la soledad te coma por dentro y tengas insomnio, que te duela el pecho, que al verme sientas escalofrío y que no dejes de repetirte lo absurdo que eres frente al espejo. Quiero que tus sentimientos te confundan más y que no sepas si me amas o me odias, porque no sabes qué sientes por mí, ¿cierto?. Yo sí sé cómo sentirme respecto a ti y créeme que estoy mucho mejor sin tu cara horrenda, tus manos pesadas y tu sonrisa falsa.
Me tuviste, peor no quiero tenerte en mi mente dando vueltas, alborotando mis sentidos y jugando con mi cariño. Vete lejos y no vuelvas. Quiero que te mueras y no saberlo, quiero que te hagan llorar tanto que te quedes seco y que no sientas el corazón de tan lastimado. Pero no quiero ser yo la que lo provoque porque me siento mucho mejor sin ti, así que no tengo porqué molestarme en hacerte lo que tú a mí. Créeme que estoy mejor sin ti.
Una caravana de ciclistas partirá de la plaza Luis de Fuentes hacia la plaza principal de Bermejo. El grupo ciudadano denominado Chura Bici Ambiental, realizará por segunda vez una actividad de este calibre. La idea es incentivar el uso de vehículos no motorizados, tanto en la capital como en las provincias.