Por Marcos Caballero Calbimonte
Llegó hasta mis manos la obra titulada “San Roque, La fiesta grande de Tarija”. En relación a este libro, escrito, diagramado y editado por don Mario Suárez Calbimonte, la palabra “obra” expresa con justicia su producción. Un paseo por el libro revela el meticuloso esfuerzo invertido y la absoluta devoción que le dedicó su autor, devoción que con certeza nació de una pasión sentida en una época temprana de su vida. Aloysius Bertrand mencionaba que la pasión irrumpe en un momento raro e inesperado cuando por instantes somos capaces de sentir que la diversidad de la vida y de la existencia confluye en un solo sentido. San Roque de Mario Suárez es una obra emprendida en la búsqueda de recuerdos, de aquellos que pertenecen a una vida ya lejana en una pequeña ciudad perdida en el tiempo cuyos templos resplandecían a la luz cenital del medio día con sus torres sumergidas en un inmenso paisaje atmosférico rozando con sus cruces el cielo. Recuerdos con aroma de santidad, de luz, de verdor y de sombras, de promesantes ocultos en velos y túnicas y en colores brillantes, recuerdos de una procesión danzante al son de un ritmo monótono pero ensoñador.
Este libro constituye un valiosísimo aporte cultural que debería enorgullecer a Tarija y a su gente. Es evidente que su contenido histórico hagiográfico es el fruto de una ardua labor investigativa, pero su propósito dista mucho de pretender presentar un trabajo erudítico; más bien, Mario invita al lector a compartir, de manera afable y amena, su extenso conocimiento sobre el tema, tema, por demás decirlo, fundamental para comprender el desarrollo del alma del pueblo chapaco. Además de su esmerada y fina presentación, este libro está estructurado de manera didáctica y podrá servir como una excelente referencia en estudios sobre historia tarijeña. El libro es profuso en bellas imágenes y fotografías haciéndolo atractivo para cualquiera que se aproxime a él. Es de esperar que el reconocimiento que esta obra merece sea expresado en los ámbitos de mayor prestigio cultural y de la jerarquía eclesiástica de nuestra ciudad.