Noticias El Periódico Tarija


Sin duda que los tiempos están cambiando y los derechos laborales son cuidados más de cerca, ya hace mucho tiempo que en países como Argentina, que es una referencia para nosotros, contar con una persona que se ocupe de la limpieza de la casa, lavado y planchado de ropa, cocinar para los que allí viven, durante todo el día y cama adentro,  es simplemente imposible, se paga por horas y seguro que resulta caro.

En la medida que requerimos mayores niveles de especialización para la atención de nuestras necesidades, vemos que es mas difícil conseguir a quienes puedan encargarse de eso, no son tan comunes, mas bien son escasos. De un tiempo a esta parte se ha vuelto tarea complicada conseguir mano de obra calificada en Tarija, recurrir a quienes entienden de plomería, electricidad, carpintería, albañilería, etc. y cuando la encontramos resulta que es demasiado cara, desproporcionadamente cara. Hay quienes le echan la culpa a programas sociales del gobierno y hasta de la Gobernación del Departamento, que supuestamente mal acostumbraron a nuestra gente a ganar sin mucho esfuerzo, las amas de casa reclaman porque tampoco consiguen trabajadoras del hogar y entre los beneficios de depender del Estado y el migrar a otro país como la Argentina, escasean quienes pueden ocuparse de esas labores.

En el caso de los albañiles, plomeros, etc., el repunte de la construcción y el crecimiento demográfico como que género un desbalance, un desequilibrio, entre la demanda y la oferta, claro que también esta de por medio esa «flojeritis» de algunos que no gustan de trabajar por lo menos 5 días continuos a la semana, aún así se requiere más de todo y es muy difícil contar con los servicios de alguien responsable, cumplido y que cobre lo justo, no se piden trabajadores baratos, pero si que pidan un precio justo. En muchos casos no se trata de obras en construcción necesariamente de privados, son proyectos que dependen de instituciones públicas que encaran empresas privadas que requieren numerosos obreros y técnicos, retirándolos virtualmente del mercado laboral por un muy buen tiempo.

Cuán importante es tener hombres y mujeres capacitados en otras áreas más que nada técnicas, que son muy requeridas y por tanto tienen trabajo e ingresos asegurados, pero si todos queremos ser doctores, ingenieros, arquitectos o abogados, con seguridad seguiremos cayendo en el creciente saco de la desocupación y descubriendo que se precisó estudiar más de cinco años para terminar conduciendo un taxi o atendiendo un puesto de comida rápida. No podemos seguir reproduciendo la idea de que para tener éxito es necesario tener un título bajo el brazo pues existen muchos ejemplos de personas consagradas y con mucho dinero que no precisaron pasar horas en las aulas de universidad alguna. Tampoco significa que el éxito venga de la mano del no hacer nada, del no estudiar y formarse en un rubro específico, lo importante es hacer algo que nos apasione, que nos convoque.