Noticias El Periódico Tarija

Dicen que los verdaderos artistas no son parte de una corriente, sino que ellos crean la corriente. Ceñir la creatividad a las figuras, los tropos, los temas y el estilo de un género cinematográfico puede ser una buena estrategia para crear películas; sin embargo, hay directores cuya mente no puede limitarse a lo que un género les ofrece, necesitan romper con él, ir más allá. Sólo en esa ruptura es que puede surgir la verdadera innovación artística, y sólo de aquellos que se atreven es que surgen las leyendas.

Entre los genios de la cinematografía se encuentra el director estadounidense Stanley Kubrick (1928-1999), un artista apasionado por la originalidad y el perfeccionismo. Cada detalle en sus películas es cuidado con suma atención, desde el encuadre de la fotografía hasta la musicalización en la transición de imágenes. Decía el director y guionista Martin Scorsese: “disfruto aún más las películas de Kubrick cuando quito el audio y sólo me dejo guiar por el lenguaje de las imágenes”. Alguna vez Stanley Kubrick mencionó: “Una película es o debería ser como la música. Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos. El tema viene detrás de la emoción; el sentido, después”.
Kubrick es considerado un director multifacético que incursionó en varios géneros del cine, desde películas bélicas, policiacas, de Ciencia Ficción, de dramas de época, de terror y de erotismo. También fue llamado «el director de los contrastes», ya que en cada una de sus películas hace referencia a esa yuxtaposición de contrarios: el bien y el mal, el amor y el odio, el sexo y la violencia, el deseo y el miedo, la fidelidad y la traición. Ver una de sus obras implica un cuestionamiento al individuo y a su relación con la sociedad.

Si bien Kubrick no forma parte de un género cinematográfico, ésto no quiere decir que sus películas no presenten una cohesión y un estilo único, un hilo conductor que te hace saber que estás viendo un filme de Kubrick. Este hecho se aprecia en cuatro de sus más importantes obras —y cuatro de las más grandes películas de todos los tiempos—. A continuación, te presentamos una breve guía de estos filmes.

«Dr. Strangelove» (1964)


Comencemos con una comedia. Esta película es la sexta producción de Kubrick y, sin duda alguna, la que lo colocó entre los grandes directores. En esta historia Kubrick incursiona en la comedia política y el humor negro. Retrata el singular conflicto de la Guerra Fría, tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética, así como el miedo generalizado a las armas nucleares. La precisión de la película al retratar el absurdo de la guerra fue tan controversial que hasta el Departamento de Inteligencia de EEUU inició una investigación, ya que capturó de una manera excepcional el sinsentido del desarrollo de armas y de esa inquietante idea de la destrucción mutua a través de una estrategia de arsenales nucleares.

«2001: Una Odisea del Espacio» (1968)

La fotografía en la escena del vals de las naves es sin duda la antesala de lo que veríamos posteriormente en el cine de Ciencia Ficción. Se categorizó como una de las películas vanguardistas más importantes hasta la época. Innovó en la narrativa, en la técnica y en la música como fuente narrativa. Este uso de la música impone una perspectiva más amplia para la creación del cine hasta ahora visto. Además, Kubrick fue pionero en otros aspectos del cine de Ciencia Ficción con esta película; por ejemplo, en el filme se habla por primera vez de inteligencia artificial con HALL 9000.

«La Naranja Mecánica» (1971)

Una obra de arte de Kubrick que sin duda manifiesta la excesiva e irracional violencia —la llamada «ultraviolencia»— en la sociedad. Esta película está inspirada en la novela homónima de Anthony Burgess publicada en 1962. El uso de música electrónica, imágenes aceleradas, vestuarios y escenografías únicas hacen que la crítica social se integre perfectamente, sin resultar en una obra aleccionadora. A través del personaje principal, Alex DeLarge, un carismático sociópata que vive en un futuro distópico, Kubrick hace una fuerte crítica a los tratamientos psiquiátricos y a las teorías conductistas de la Psicología.

«El Resplandor» (1980)

Concluimos el recorrido fílmico con una obra de terror psicológico.  Esta película está basada en la novela homónima de Stephen King —el maestro del terror psicológico— publicada en 1977, y es una gran representante del género. Estelarizada por Jack Nicholson y Shelley Duval, este filme ha sido reconocido por figuras como la de Scorsese como una de los mejores de todos los tiempos. La obra literaria apreciada desde el lente de Kubrick se ha convertido en una película de culto y en un referente de la cultura popular hasta nuestros días. «El Resplandor» también es reconocida por sus innovaciones técnicas, como la famosa composición centrada de Kubrick y la implementación del steadycam.