Noticias El Periódico Tarija

Agencias

El voto nulo se impuso en los nueve departamentos del territorio nacional en las elecciones judiciales. En cinco de ellos llegó a superar  los 50 puntos porcentuales.
El promedio nacional de anulación de las papeletas por parte del electorado  llegó al 50,8%, que junto al 16,4% de los votos blancos suman  67,3%, una cifra que -en opinión de los expertos- podría considerarse como un   síntoma de una “reconfiguración” del mapa político de Bolivia.
Los siguientes porcentajes se desprenden de la suma y promedio  de los resultados departamentales de las elecciones para  las altas autoridades del Tribunal Agroambiental,  Consejo de la Magistratura,  Tribunal Supremo de Justicia y  Tribunal Constitucional Plurinacional.
Es así que Santa Cruz es la región que registró la mayor cantidad de votos nulos de todo el país, con 59,6%. En ese departamento  los blancos llegaron al 12,3%, mientras que los votos válidos alcanzaron el 27,9%.
En la misma línea se encuentra Tarija, donde el  voto nulo  de su electorado alcanzó al  55,3%, mientras que el voto blanco obtuvo el  16,5%   y  los votos válidos lograron el   28,1%.

Chuquisaca fue otro de los departamentos donde el voto nulo se impuso con contundencia: 53,8% de los votantes decidió anular su voto;  en tanto que el  16% del electorado dejó en blanco su papeleta y el   30,05% optó por el  voto válido.
Respecto a La Paz, los nulos llegaron al 51,8% de los casos. Asimismo, los blancos alcanzaron el 14,1%  y los sufragios válidos obtuvieron el  33,9%.
La quinta y última de las regiones donde los votos nulos superaron a la mitad del electorado y se impusieron a los candidatos y a los blancos fue Beni, donde 50,7% de los votantes decidió anular sus papeletas.
En cuanto a las boletas electorales sin marcar, en esa zona del país  el 16,5% del padrón votante dejó sus papeletas en blanco, sobre una cantidad de votos válidos que alcanzó el 32,6%.
En  cuatro departamentos  del país  también “ganó” el nulo, aunque no por más del 50%. En esa línea  están Cochabamba, Potosí, Oruro y Pando.
La nulidad de los votos en la región cochabambina llegó al 47,3% de los electores, sobre el 38,8% de papeletas válidas de los comicios judiciales. Además, los blancos registraron 19,2% en los valles centrales del país.

Potosí estuvo a  2,1 puntos porcentuales  de superar la barrera del 50% en lo concerniente a los nulos. En ese departamento hubo 33,1% de votos válidos y 47,9% de sufragios nulos.
Los votos consignados como blancos en el recuento de todas las mesas repartidas en la circunscripción departamental potosina llegaron al 18,9%.
Con base en los datos al 95,75% de las actas verificadas por el Órgano Electoral Plurinacional, se determinó que en el departamento de Oruro la tasa de nulidad de los votos registró 46,6%  y los válidos lograron el  36,8%.
En ese departamento  las papeletas en blanco que fueron depositadas en las ánforas alcanzaron al 16,4% de los votos.
Por último, en el departamento de Pando, como en el resto de las mesas instaladas en las demás regiones, el voto nulo también se impuso ampliamente  con un promedio de 44,3%.
En ese departamento del norte del país se computaron 36,8% de votos válidos y 18,84%  de votos  blancos.
Hasta ayer por la tarde, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) difundió  resultados del cómputo mediante actas transmitidas que superaron el 95%.

“Los votos obtenidos por los candidatos en la circunscripción nacional (el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Agroambiental) muestran niveles extremadamente bajos, los mejores no van a pasar del 5%, habida cuenta de la fuerte corriente que ha plebiscitado el evento”, indicó el analista Carlos Börth.
El experto añadió que “ahora entendemos por qué de una manera harto desaprensiva y mañosa el MAS ha aumentado el número de magistrados del Tribunal Constitucional a nueve, cuando no se necesitaba. (Hicieron eso) para elegir en circunscripción departamental, elevar un poco su porcentaje de votos y garantizar el control del TCP, pero aun así se impone el voto nulo y blanco sobre los caudales captados por los candidatos”.
Para los líderes de oposición, y los diversos colectivos ciudadanos, los resultados de las elecciones son una medida de protesta contra  el Gobierno.

Interpretaciones de los resultados

  •  Anulación A medida que avanza el conteo oficial de votos, y cuando casi se tiene un resultado consolidado de los votos emitidos el domingo, en la oposición se maneja el discurso de que las elecciones judiciales deben ser anuladas.
  • Posición Para el Gobierno, los ganadores de las justas electorales gozan de más  legitimidad que varios expresidentes del país.
  • Crisis El analista Carlos Börth opinó que el alto grado de nulidad de los votos hace pensar que los funcionarios judiciales ganadores en las elecciones no tendrán la capacidad de solucionar la crisis de la justicia, por su bajo nivel de respaldo.
  • Sistema La norma electoral establece que las altas autoridades de justicia serán elegidas por simple mayoría y más allá del número de nulos.

Punto de vista
Henry Oporto Sociólogo y analista político

“El resultado reconfigura el mapa político”
Los resultados de las elecciones judiciales reconfiguran el mapa político boliviano, porque la base electoral que apoya al MAS se ha reducido alrededor de un tercio del electorado nacional. Si esto se compara con los niveles de respaldo que tuvo este partido en otras elecciones, significa una caída considerable de casi la mitad del electorado masista.
El partido de Gobierno, que prevalecía tan dominante en el escenario político nacional, ahora ve a la luz de estos resultados contraerse significativamente su base electoral.
Al mismo tiempo, parecería que irrumpe una nueva mayoría electoral en Bolivia, que defiende claramente la democracia y la legalidad. Esta nueva mayoría electoral tiene potencial de proyectarse hacia las elecciones de 2019 y puede constituirse en el cimiento de un proyecto político alternativo.

Aunque todavía no se lo visualiza claramente, se puede asumir que el compromiso suscrito por los líderes de oposición encontraría respaldo en esta nueva mayoría.
Los resultados confirman que se trata de una verdadera paliza la que recibió el Gobierno. Es un hecho verdaderamente inédito que estas elecciones hayan arrojado un resultado tan ostensiblemente contrario a sus intereses y tan promisorio para la oposición.

Con eso no quiero decir que el MAS ya no tiene peso, claro que lo tiene, pero con estos datos se advierte que es una fuerza política en decadencia, que está perdiendo terreno después de prácticamente una década de dominio.