Noticias El Periódico Tarija

 

Hace poco más de un mes el alcalde de la ciudad de Tarija, Rodrigo Paz, nos decía que no conocía, que no sabía, que la información la tenía la Comisión calificadora, etc, cuando se le preguntaba sobre qué empresa se había adjudicado el polémico proyecto «Ciudad Inteligente», de ahí se supo que ganó Datec Ltda. por Bs. 88 millones. El burgomaestre no dio un paso atrás ante los cuestionamientos por la falta de socialización, información y las dudas sobre su necesidad en tiempos de crisis. Esta semana el Concejo Municipal recibió el contrato para su aprobación o rechazo, concejales de oposición plantearon una observación ya que se reveló que Datec tiene deudas millonarias con el Estado, tributarias para ser exactos, a pesar de eso y argumentando que está bajo un plan de pagos, que algunos dicen incumplió o no cumple, se autorizó al alcalde la firma del contrato. Al consultarle a Paz sobre este tema, dijo que sabía que la empresa tenía ya su deuda negociada con impuestos, además manifestó que no debemos preocuparnos por las formas sino por el fondo, refiriéndose a los beneficios que «Ciudad Inteligente » brindará a la población.

En relación a lo explicado en el anterior párrafo, ¿ qué es lo que llama la atención de lo dicho por Paz?, en primer lugar que haya hablado casi como portavoz de Datec, a la que le pagará casi Bs. 90 millones por este proyecto, hace poco tiempo no sabía nada de nada y parecía querer mostrar que no se involucraba en las licitaciones y calificaciones, después de un mes y más resulta que sabe mucho, sabe tanto que hasta explica sobre la situación tributaria de la empresa adjudicada. En otro aspecto, el alcalde nos dice que no nos preocupemos por las formas cuando esas formas son las que legalmente cuidan que se trate de licitaciones transparentes, sin trampas, sin desigualdades para con los proponentes, etc… esas formas son las que están definidas  en las normas vigentes y no es posible que Paz sugiera siquiera despreocuparnos por ellas. Esperamos que esta no sea la manera como se llevan estos procesos en la alcaldía. Esperamos que sólo sea un lapsus que deja pensar cualquier cosa. El burgomaestre debe ser el más celoso de que las formas sí les preocupe a sus asesores y secretarios, si quiere una gestión sin denuncias de corrupción debe comenzar por ahí y ser el más preocupado para que esas «formas» se cuiden y respeten. De hecho, no fue una respuesta muy «inteligente» la que escuchamos.