Luis Alfaro en estos últimos días ha sido un interesante cuestionador de la gestión de su aliado político Adrian Oliva en la Gobernación de Tarija, aún siendo parte de la administración como Secretario de Gobernabilidad.
“Lucho” ya sorprendió la semana pasada cuando criticaba la gestión por varios motivos, los créditos privados que se tramitan sin destino cierto, casi un cheque en blanco. La ausencia de políticas que prioricen el apoyo a la producción en el agro, entre otros temas, lo hizo en medio de rumores de que esa alianza se estaba rompiendo y su actitud como que lo confirmaba pero… no sucedió así, Alfaro sigue y no negó que vayan a darse cambios en el gabinete de Oliva en éstos días, por el contrario, dijo que algunas Secretarias debían desaparecer, como la de Autonomías, e incluso planteó la rebaja de sueldos de los funcionarios de la gobernación por crisis que se vive. Según nuestras fuentes, el ex líder campesino ocuparía la cartera de Desarrollo Productivo que actualmente tiene a su correligionario Fernando Barrientos, de quien no se sabe qué pasará, aunque hay quienes sostienen que ocupará una Dirección. Entonces, no se vislumbra el quiebre anunciado, a no ser que el “berrinche” haya sido para conseguir más espacios de poder a cambio del apoyo, en momentos en los que Oliva se va quedando cada vez más solo.
Alguien que se iría, es Freddy Castrillo, de la Secretaría de Hidrocarburos, espacio de Willman Cardozo según dicen algunos, Castrillo es alguien cercano a este último pero los vales de combustible de Setar parecen haber hecho recién efecto al punto que ni su padrino lo puede cuidar y proteger. Este cambio podría tener efectos en la relación entre el gobernador y el asambleísta chaqueño pues se sabe de un “encontronazo” y un “más que duro cruce de palabras” entre ambos, aunque no se sabe porqué. Tal vez por los cambios que hará Oliva y que puede no sean compartidos por Cardozo.
Habrá que ver si esta otra alianza también está “haciendo aguas”, aislando mucho más al gobernador, que parece tener un don para alejar a quienes lo apoyaron y le fueron fieles.
Oliva debe hacer cambios urgentes, ojalá sean para bien, debe pensar que hacer con aquellos secretarios que cuando hablan en público, ante la gente, provocan una reacción irritante que le afecta más al gobernador que al que discursea sobre todo sin “ton ni son”. Debe rodearse de un equipo que tenga más experiencia y demuestre que quiere hacer más gestión que política, como algunos señalan, sucede ahora.