Jesús Vargas Villena/Bolinfo/Tarija
(elPeriódico-septiembre 11/2017) La burocracia y la política están por encima del hambre. Los hogares de acogida están sobreviviendo “milagrosamente”, como dice una mujer voluntaria, ante la falta de desembolsos por parte de la Gobernación, con cientos de niños, jóvenes y ancianos en situaciones extremas.
¿Qué comen? Lo que consiguen los responsables de estos centros por medio de la caridad, que por fortuna, en una ciudad como Tarija, nunca falta.
Un religioso sobre este tema refiere que es un deber de la sociedad y de sus instituciones el atender de forma “prioritaria” a sus sectores más vulnerables, pero en Tarija, como siempre, parece ser la excepción, primero está el cemento u otros proyectos desconocidos de “control social”, por lo menos, esta situación es palpable en los hogares de acogida.
“Es casi un milagro”, responde la activista, Silvia Moscoso de Trigo, respecto a cómo están subsistiendo estos centros de acogida.
Moscoso es una de las voluntarias que recorre dichos hogares con el fin de apoyar en lo que se pueda a quienes los mantienen, en gran parte religiosos.
Hay centros que pese a este retraso en los desembolsos, se mantienen intactos, limpios y sus beneficiarios, bien atendidos.
Pagos
El hogar de niñas Moisés Navajas que depende al 100% de la Gobernación recibió los pagos hasta julio, estando casi al día.
El hogar Virgen de Chaguaya que acoge a unos 20 adolescentes tiene los pagos cumplidos hasta junio.
La situación es crítica en los centros de acogida La Colmena, Sagrada Familia y Santa Teresa Jornet, donde solo llegaron hasta mayo con los pagos.
Los religiosos que atienden estos hogares de acogida, donde son alojadas personas en situación de calle, ancianos, adolescentes con problemas de drogas y alcoholismo entre otros, indicaron que reciben del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), unas becas que vienen a ser recursos económicos para el almuerzo.
Las becas son de Bs 12 por persona. “No alcanza para mucho, pero no deja de ser una ayuda”, dijo un religioso con una risa que pareciera sarcástica, pero en realidad es de aceptación. “A mal tiempo, buena cara”, dice el famoso dicho, y acá, más que el rostro, los voluntarios le ponen el pecho a las balas de la crítica realidad.
Los Bs 12 son para la comida de cada una de las personas que conforman estos hogares, con ese dinero tendría que conseguirse el alimento, pero también necesitan un té y una cena, algo que no está previsto en un presupuesto que sufrió serios ajustes, especialmente en el área social.
“Hay gente muy buena que nos ayuda, nunca falta, también organizaciones religiosas de otros países”, admitió un religioso.
Hogares
Uno de los hogares afectados es La Colmena, donde están actualmente alojadas unas 70 personas con diferentes problemas.
A este lugar, llegan personas de calle o con alguna enfermedad mental, donde todos son bienvenidos.
El personal para atender a estas 70 personas está compuesto por tres: Un religioso, un administrador y una psicóloga.
“Si fuera un hogar del Estado, tendríamos 70 profesionales para atender a las 70 personas”, dice un voluntario con una dosis de realismo.
¿De dónde salen los sueldos de estos funcionarios? El padre se encarga de pagar de su propio bolsillo a la psicóloga y al administrador, este último estuvo en otro tiempo recluido en un penal y consiguió reinsertarse al encontrar su vocación; ayudar a los demás.
Lo curioso, es que los jueces suelen enviar a los adolescentes con problemas a este hogar, pero el Estado no corre con los gastos, estando este centro al borde del colapso.
“Solo nos quedan dos camas libres”, responde el padre Alejandro Fiorina, cuando es consultado sobre la capacidad de este centro ubicado en la zona de San Mateo.
El hogar de ancianos María Teresa Jornet, se mantiene impecable, pero los gastos de limpieza y el cuidado de los mismos adultos, corre por el bolsillo de las religiosas, como de la caridad de mujeres desprendidas que se acercan a estos centros.
Los recursos también salen de kermeses u otros eventos para recolectar fondos.
Gobernación garantiza presupuesto
“Tenemos el presupuesto para los hogares permanentes”, aseguró al ser interrogada sobre esta situación, la directora del Sedeges, Mery Polo Areco.
Los hogares que ingresan en este presupuesto son: Heidi de Bermejo, La Colmena, Luis Portillo de Bermejo, Nueva Esperanza, Moisés Navajas, Nueva Esperanza, Sagrada Familia, Teresa de Jornet y Virgen de Chaguaya.
La funcionaria refirió que el presupuesto además de estos hogares, está destinado también para siete centros pedagógicos en los barrios de la ciudad de Tarija, del municipio de Entre Ríos como del municipio de San Lorenzo, además de los comedores barriales a favor de niños y adolescentes.
“Hemos previsto el presupuesto para el funcionamiento de todos los hogares”, aseguró la directora, indicando que estos recursos también están inscritos en el POA 2018.
Según Polo, quien no precisó el monto presupuestado, a diferencia de otras gobernaciones o alcaldías, esta institución cuenta con 70 funcionarios que hacen el seguimiento de todos estos hogares, pero especialmente de las personas que se encuentran en situación vulnerable con terapias y asesoramiento. (eP).