Noticias El Periódico Tarija

Cuando los órganos de fiscalización y defensa de los intereses del pueblo están ligados o dependen de quien administra el dinero de ese pueblo, es casi imposible garantizar   que se cumpla su objetivo…por tanto, la transparencia y honestidad se ven comprometidas y también esos intereses supremos.


Los vecinos se organizaron para contar con un ente que los represente y defienda de quienes con acciones u omisiones, atentan contra sus necesidades y requerimientos, la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) es la que debe estar en la vereda del frente en relación a quien administra una ciudad… el alcalde, no importa como se llame ni de que partido sea, no se trata de ser opositores a su gestión sino de conseguir que los problemas y carencias se vayan subsanando gradualmente. De esta manera, el ciudadano tiene la esperanza de que hay quien lo cuida y habla por él ante quien no lo quiere escuchar.

En el caso de la Fejuve Tarija, la actual directiva se ha alejado absolutamente de los postulados mencionados, esta muy lejos de defender a la gente o cuidar al pueblo, una extraña relación que con el alcalde actual, Rodrigo Paz, parece obligarlos, en especial a Edwin Rosas, a callar, a no opinar y menos actuar cuando se denuncian irregularidades…es el caso de la rotonda y el mástil de Bs. 4,6 millones. Lo que se dijo es que no conocían del tema y por eso no opinaron, ni siquiera para dar una respuesta por sentido común sobre si están de acuerdo o no con semejante «gasto» en la alcaldía. Parece que estos dirigentes se olvidan que esos millones son plata de la gente, que se tienen barrios sin agua, sin luz, sin alcantarillado, sin centros de salud y hospitales a medio construir…pero no hay plata, sin embargo si hay plata para gastar Bs. 4,6 millones en una rotonda y un mástil de 40 mts. de altura… contradicción total y la Fejuve no dice nada.

El papel de esta organización es nefasto, bochornoso, vergonzoso… esperemos a que el titular de Fejuve no le pese demasiado que su hermano, Francisco Rosas, sea concejal y muy cercano al alcalde Paz, esperemos a que no exista un conflicto de intereses que le impida a Edwin Rosas fiscalizar como debe ser. El silencio, el mutismo, la inacción deja mucho que desear, parece que esa combinación no le conviene a Tarija porque quien debería defenderla no lo hace. Esa sumisión ante el poder es perjudicial para la ciudad y si el actual presidente no puede cumplir efectivamente su responsabilidad, debería dar un paso al costado y dejar que quienes no tienen «nexos extraños», realmente se preocupe por lo que le pasa a la gente, por lo que necesita en los barrios y por hacer respetar las prioridades de las que el alcalde Rodrigo Paz, ha olvidado completamente.