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Marcelo Arduz Ruiz

Compostela, que en idioma griego tiene el significado de “camino de la estrella”; es el nombre de la region en el extremo noroeste de la penuinsula iberica, conocida en tiempo de los romanos por la Finis Terrae (el final de la tierra) por constituir el extremo occidental del mundo entonces conocido, donde según la leyenda, inmediantamente despues de la muerte de Cristo, anduviera la Virgen María portando la enseñanza de los evangelios junto a uno de los mas fieles discipulos de Jesus, hoy erroneamente conocido como Santiago y a quien para distinguirlo de su hermano Juan el evangelista lo llamaban “el Mayor”, y por la arraaigada creencia de que sus restos morales se hallan allí enterrados, en sitio todavía no identificado de la Catedral, desde el siglo IX su nombre se antepuso al de la capital  de Galicia.

De todas maneras, se debe aclarar que el mencionado apóstol se llamaba Jacob y no como hoy se lo conoce de manera universal. La variacion en el apelativo del santo se produjo cuando los cristianos, en las duras batallas contra los moros y ante el peligro inminente de una derrota, invocaban su auxilio: “!Sant (santo) Jacob (o la variante efectiva Tiago ayúdanos¡”- es decir Santiago -, y sintiendo que por los aires acudía montado en brioso caballo blanco, se volcaba la victoria a su favor. Y así, tanto repetir las palabras juntas se fusionaron en una sola; no obstante, las multitudinarias peregrinaciones que a pie dieran origen hacia el lugar mantienen la nominación primigenia de Ruta Jacobea o Jacobina.

Por aquellos tiempos, desde inicios del mes de julio comenzaba en constante fluir de millares de peregrinos procedentes de los más apartados rincones del viejo continente para dirigirse a pie hacia Galicia, y en tiempos modernos en caravanas motorizadas, aunque los más autenticos seguidosres de la tradicion ya milenaria, como antes, cumplen la promesa caminando en recordación de los pasos que siguiera tan mentado apostol, contando como punto de concentración los Pirineos para recorrer unos 700 kilómetros a través de una ruta de campos de olivas y pintorescas villas, momumentales catedrales, castillos, puentes de piedra, monasterios y caserones de albergue para peregrinos, llegando a sobrepasar el millón de fieles que devotamente cada año recorren los caminos jacobinos hasta divisar las torres de la Catedral compostelana.

Desde primitivos tiempos, andar en peregrinaciones masivas constituye una arraigada tradición popular en diversas partes del mundo, siendo tres en el ámbito cristiano los más importantes metas: Roma, por cobijar las reliquias del fundador de la iglesia, San Pedro, llamando a los que siguen la ruta “romeros”; Tierra Santa, donde por portar los fieles palmas de Pascua se los conoce por “palmeros” y finalmente la que se orienta hacia la tierra depositaria de las reliquias de Santiago, llamando a los caminantes simplemente “peregrinos”, pues a decir de Dante Alighieri: “solo es peregrino aquél que va o viene de la casa de Santiago”.

Se afirma que estos caminos, en antaño los recorrieron Carlomagno, San Francisco de Asís, la Reina Isabel y entre otros sumos pontíficess Juan XXIII y Juan Pablo II. Además se suscitaron manifestaciones artísticas sobre el tema, como la canción el Caminante de Joan Manuel Serrat; la película La Vía Láctea, de Luis Bruñel: en historia el Liber Sancti Jacobi (V vol.) de Aymeric Picave, también en literatura O diario de un mago (traducido al castellano como El Peregrino), Bet Seller mundial que a la fecha cuenta con más de medio centenar de ediciones, en el que el autor emprende la ruta guiado por la búsqueda de la iluminacion interior.

En cuestión de peregrinaciones, finalmente habria  que referirse a millares de migrantes que antaño orientaron sus pasos por aquel “camino de estrellas” hacia el Nuevo Mundo, embarcando en sus naves el mensaje evangelizador del santo hasta la otra orilla del oceáno para posesionarlo en su condición de santidad “Mayor” en el área andina, y ya situados en esta parte del continente, identificado con la poderosa deidad nativa denominada Illapa (rayo) y conocicido popularmente como Tata Santiago, quien es el más ponderado durante la festividad del 25 de julio, que le asigna el calenadrio crsitiano, en la mayoría de las comunidades dispersas por la altiplanicie andina, principalmente en las que se antepone el patronímico Santiago, como Guaqui, Quime, Machaca, Callapa, que seguramente antes era “Illapa”, etc.

En el Departamento de Tarija, también se lo recuerda y se festeja al Santo Patrono Santiago en comunidades como La Victoria, San Andrés, Tolomosa, San Mateo, Sella y poblaciones como Bermejo, Padcaya, San Lorenzo y otras, que recuerdan al santo con fiestas y juegos populares. Cuenta la historia que la imagen más antigua es la existente en la iglesia de Juntas (provincia Avilés).

La capilla de Juntas del Rosario construida en 1572, donde se venera a la Virgen María y a Santiago Apóstol.

Esta llegó a mediados del siglo XVIII cuando se asentó en esa zona la familia Íñiguez, procedente de Monteagudo (Chuquisaca). Los recién llegados traían consigo la imagen del apóstol Santiago, cuya devoción al santo fue trasmitida a los pobladores. A fines del año 1792 se terminó la construcción de la capilla de Juntas, para entonces, anualmente se realizaban las vísperas y la festividad del Patrono Santiago en el Valle de la Concepción; por ello los pobladores habían labrado la tradición de trasladar en romería su imagen al pueblo de Concepción, capital del actual municipio de Uriondo. La pequeña imagen del Santo Patrono Santiago, depositada en la capilla de Juntas, se encuentra dentro de una urna y se lo muestra montado sobre un brioso corcel blanco, cuyas patas delanteras detentan a un infiel moro..

La profunda fe cristiana, desde antaño se expresaba en El Valle de La Concepción, con una solemne misa y posterior procesión del Santo Patrono Santiago, procesión que se realizaba por las principales calles del pueblo. Era numerosa la comitiva de jinetes que llegaba de diferentes lugares, pero principalmente de Juntas, pues, anoticiados de su paso, durante todo el trayecto se plegaban los devotos a fin de acompañarle hasta el propio pueblo de Concepción.

A comienzos del año 1900, procedente de España llega otra imagen de Santiago a Concepción, era un poco más grande que la anterior, pero fue a partir de 1940 que esta imagen va paulatinamente supliendo a la de Juntas, debido a que la visita anual del busto original se veía restringida por diversas razones, especialmente porque los lugareños deseaban festejar la fiesta del Santo en su propia tierra. El registro histórico relata que la costumbre de festejar a Santiago había echado raíces muy profundas, por lo que se optó por sacar al santo de la iglesia de Concepción y volverlo a recibir en la zona de la Quebrada de Rujero o El Fuerte. El encuentro con el santo se realizaba con la misma devoción de siempre y se lo acompañaba en multitudinaria procesión; la cabalgata era un espectáculo imponente.

(*) Actual comunidad de Tariquía, provincia Arce

Fuente: Las Misiones de los Jesuitas en Bolivia. Javier Baptista, S.J. 1992

Las Tejas de mi Techo. Bernardo Trigo Pacheco. 1981.

La Vida del Mártir Julián Lizardi. Kenelm Vaughan. Barcelona. 1901

Misiones Jesuíticas en el Nuevo Mundo. Universidad Autónoma de Nuevo León. México. 1924