LORENA PÉREZ/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico, abril 20/2017) La uva de altura tarijeña no sólo será degustada en el interior del país, sino que empieza a abrirse paso en el exterior, esta vez en el vecino país del Paraguay, confirmó la Fundación Para el Desarrollo (Fautapo).
Fautapo, a través de la marca Tarija Aromas y Sabores en coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria Tarija (Senasag), está realizando la etapa de revisión de muestras de uva de mesa, con la finalidad de exportar esta fruta al Paraguay.
El coordinador del proyecto Tarija Aromas y Sabores (TAS), Luis Antelo, informó que este proyecto está enfocado en la creación de una marca de certificación territorial. Tarija cuenta con diversos productos con alto valor de diferenciación, siendo identificadas seis cadenas que tienen problemas en los mercados debido a la adulteración y falsificación de estos productos.
“Lo que busca esta marca de certificación es tener una mesa de diálogo con todos los sectores, que permita la valorización del territorio y la protección de estos productos en los mercados a partir de la construcción de una marca”.
El reconocimiento de esta certificación y la aplicabilidad en cada una de las empresas que deciden optar por esta marca, va a generar un control de origen y de calidad del producto, según explicó Antelo.
“Realizamos un viaje con tres productores y el encargado comercial de la marca TAS, realizó el envío de muestras a Paraguay”, dijo optimista el coordinador del TAS.
En esta etapa, están invitando a los importadores paraguayos para que estén en septiembre o noviembre en Tarija, con la finalidad de cerrar este proceso de exportación.
El proyecto TAS, abarca seis cadenas productivas, con alrededor de 1500 productores.
“Se encuentra la cadena de uvas y singani, de miel, del jamón, del queso, de las hortalizas de alto valor, los berries (frambuesas) y las yerbas aromáticas”.
Son 23 asociaciones que participan de este proyecto.
Entre las instituciones que apoyan al proyecto TAS, están seis alcaldías: Cercado, El Puente, Padcaya, San Lorenzo, Uriondo y Yunchará.
Antelo pretende que las alcaldías de Caraparí, Entre Ríos, Villa Montes y Yacuiba se unan a este proyecto.
Este proyecto es apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Fundación para el Desarrollo Fautapo, tanto como empresa ejecutora como financiadora del proyecto.
El propietario de Viñas del Señor, Sebastián Iñiguez Esstensoro, dijo que la finalidad de este proyecto, es mejorar la calidad de vida de los productores en Tarija.
Con la exportación de uva de mesa, se van a abrir nuevos mercados, evitando que se queden con el producto en demasía como ocurre cuando baja la demanda interna.
“Lo más importante es diversificar las experiencias y compartir con los productores, porque la producción que tenemos es pequeña”, dijo Iñiguez, quien tiene sus cultivos en la zona de El Portillo.
“En la medida que podamos articular, vamos a tener más fuerza y mayor experiencia para compartir y así, buscar mercados para satisfacer la demanda de la gente”.
Acotó que el objetivo es mejorar las condiciones de vida de los productores del valle central de Tarija.
Las primeras muestras que se enviaron en el año 2010 al Paraguay, no tuvieron éxito por un tema legislativo, debido a que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas de Paraguay (Senave), no permitía la importación de uva a ese país, por políticas de contrabando.
“En este caso, llegaremos al mercado de Asunción. El año 2009 se inició este proyecto con la investigación de mercado, en el 2010 fuimos a Paraguay con un grupo de productores y el año pasado, que ya se tiene la legislación por parte de ese país, nos permite exportar uva de mesa”.
Los productores locales con el apoyo de Fautapo consiguieron hacer los contactos correspondientes y consolidar la exportación de este producto al mercado paraguayo.
“Si no existen relaciones de confianza en este tipo de comercializaciones, es muy difícil conciliar un acuerdo”, acotó Iñiguez.
Con la uva moscatel, el precio baja y los costos de producción siguen siendo los mismos, “entonces, el productor ingresa en un proceso difícil”, aseveró.