(INFOBAE) Donald Trump compartió este lunes un desayuno con una decena de líderes empresariales en la Casa Blanca y les prometió que sus compañías tendrán «ventajas» para su producción en territorio estadounidense, en una nueva manifestación de políticas proteccionistas.
El presidente indicó que los beneficios podrían alcanzar una desregulación de «75 por ciento o quizá más», con lo cual se aclara que dicha medida no comprometería la seguridad de los trabajadores. Además, prometió rebajar los impuestos para la clase media y reiteró su propuesta de imponer un «fuerte arancel» a las empresas que decidan trasladar al extranjero su producción.
En el inicio del «día uno» de su mandato, y en compañía de reconocidos empresarios, como Elon Musk (de Tesla) o Marilyn Hewson (de Lockheed Martin, a quien elogió directamente), Trump sugirió que este tipo de reuniones podría repetirse cada trimestre.
También estuvieron presentes directivos de firmas como Under Armour, Johnson & Johnson y US Steel, entre otros.
«Todo lo que deben hacer es quedarse», resumió el mandatario. Además, negó que sus políticas atenten contra la libertad de negocios. «Algunos dicen que eso no es libre mercado, pero actualmente no tenemos libre mercado», consideró.
Trump resaltó que busca atraer nuevamente a los Estados Unidos a las grandes empresas manufactureras, y señaló que aquellos que quieran montar fábricas en los Estados Unidos obtendrán aprobaciones rápidas para su creación.
«Tendré una semana ocupada, con énfasis en la creación de empleos y la protección de la seguridad nacional», tuiteó Trump el lunes por la mañana».
Por la tarde, el presidente tendrá una reunión similar con líderes sindicales y trabajadores y más tarde recibirá a los miembros del Congreso que necesita convencer para revisar el sistema de salud del país, entre otros objetivos.